miércoles, 7 de noviembre de 2012

Un sábado en Segovia (primera parte)

VISITA AL MUSEO ESTEBAN VICENTE

20 de octubre y 10 de noviembre de 2012


por Esther Dorado Matos

El día se presentó gris, casi amenazando lluvia, el grupo del Taller de Lectura de la Biblioteca de Móstoles, se reunió en la puerta del Museo con nuestro “juglar” y profesor Carmelo.
Empezamos la visita a las once de la mañana , una vez pagado el  “enorme”  precio de un euro de la entrada, y guiados por Sara ( una uruguaya y pintora, con muchos años viviendo en Segovia)  también fuimos presentados a la joven Ana  que da clase de talleres a los niños en el mismo museo.

Antes un poco de historia de este museo para tener idea de lo que vamos a  contemplar:


El Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente representa en Segovia la posibilidad de disfrutar de una ventana abierta al arte y cultura de nuestros tiempos.
Fue inagurado el 28-4-1998 según se puede leer en una placa a la entrada , por la infanta  Dª  Cristina.; para el fomento del arte contemporáneo y en torno al legado del gran pintor del expresionismo abstracto, el cual fue miembro de la Escuela de New York.
Este museo esta situado en el antiguo palacio medieval de Enrique IV, cuya edificación se remonta al año 1455, tras diversos avatares en 1510 el Palacio quedó repartido en tres ámbitos; el que corresponde al Museo actual, el Palacio de la reina Doña Juana y varias viviendas contiguas.
 En el edificio que hoy es el Museo, Pedro López de Medina y su mujer Catalina de Barros, fundaron en 1518 un Hospital de Viejos, al que pertenece la capilla renacentista con el artesanado mudéjar- el actual auditorio-.  Actualmente lo gestiona un consorcio de instituciones públicas y privadas., el presidente del organismos actual es Francisco Vázquez. 


Con 150  obras aportadas por el pintor nació este museo, en este momento se exponen  pinturas, 14 pequeñas esculturas  juguetes y obras textiles, que no se mostraban desde hacía una década.
Vamos hablar un poco también de la biografía de este pintor, del cual  muchos no habíamos oído hablar  y que con esta visita hemos engrosado nuestros conocimientos.
Esteban Vicente,  nació en Turégano en 1903, estudió en una escuela de Jesuitas, se incorporó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid en 1919  aquí se codeó con artistas como Federico García Lorca,  Ramón Jiménez, Alberti , Buñuel, etc.
En las revistas literarias Verso y Prosa y Mediodía, Esteban Vicente publicó sus primeros dibujos.  Viajó varias veces a París.  Con Bonafé expuso por primera vez en el Ateneo de Madrid en 1928.   En 1936 se traslada a Estados  Unidos, con su esposa americana, allí por un breve periodo de tiempo trabajo en el Consulado de España en Filadelfia, luego su residencia fue en New York y allí empezó su acción creativa del expresionismo abstracto.  Consiguió la nacionalidad Norteamericana en 1940, y fue en New York donde murió el 10-01.2001, poco antes de cumplir los 98 años.  Como curiosidad diremos que se caso tres veces.
Y ahora entramos en materia o sea hablemos de lo que fue la visita.  Empezamos entrando a la que fue capilla del hospital de ancianos,  la blancura de sus paredes lisas, contrasta con el techo de madera, un artesanado mudéjar, espléndido, allí observamos una tumba que al preguntar a Ana, nos dijo que creía que era de los fundadores del hospital.  Nos informan que se puede ver la raíz de una de las torres de cuando fue Palacio.   Hay unas mesas repletas de lápices de colores y hojas , que están esperando a un grupo de un taller que lleva la joven Ana.
Carmelo nos dice, - preparados , vamos hacer un paseo místico  por el museo que muestra la espiritual obra de Esteban Vicente.  Obras en forma cronológica a partir de los años 40.   Nos habla Sara, de que en los años 20 el pintor recorre Europa y conoce en París  a Piccaso y la pintura de vanguardia., se traslada a New York donde en esa época es muy buscado y admirado el arte europeo.  En esta ciudad donde vivió tantos años además de dedicarse a su arte también lo hizo a la docencia, dando clases en prestigiosas universidades.
Nos recibe la foto del pintor en blanco y negro, en mangas de camisa, observando un cuadro a la vez que parece nos mira de reojo.  Pasamos a una gran sala con sus paredes blancas donde destacan los cuadros llenos de color, donde empieza el cambio del maestro del arte plástico pictórico al expresionismo abstracto.   Hay también dos vitrinas con unas pequeñas esculturas hechas con maderas, pintadas con diversos colores, el pintor llamaba a estas esculturas, juguetes.   Llama la atención el cuadro cuyo titulo es “Copla” del año 1951, en tonos de distinto verde, con algo de marrón suave, según la guía es una especie de homenaje del pintor a Andalucía, donde trata de representar los distintos instrumentos musicales.   También el cuadro “Balada” de 1959 en tonos ocre y el titulado “Number 5” en tonos grises, (a mi me gusto el verde).
Subimos a la otra sala, aquí Sara nos hace mención  del cuadro que vemos primero de 1952, donde el pintor parece inspirarse en la caligrafía china, considerada no solo una forma de escribir, sino un arte. El lienzo esta pintado precisamente con tinta china.  Aquí Carmelo nos habla dando un toque de su personalidad, diciendo que cada uno de nosotros al observar los cuadros le demos la esencia del sentimiento que estos nos transmitan a cada uno. (Vamos en una palabra, que no los miremos solo con los ojos de la cara, que pongamos un poco, los ojos del alma)., y así apreciaremos mejor la obra del artista.   Todos los cuadros de esta sala, están pintados en blanco y negro.
Subimos a otra planta, una sala en cuyo centro hay una especie de balcón que se asoma a la planta de abajo, donde un grupo de niños sentados en el suelo frío escuchan con atención las explicaciones de la profesora, una bonita estampa de futuro.
En esta sala podemos admirar, a un lado los cuadros originales pintados por  Esteban  Vicente y enfrente un montaje de los mismos hechos en serigrafía con gran calidad de color, compuestos del cuadro y a su lado escritos y poemas de los más afamados e insignes  escritores españoles,  a saber,  Lope de Vega,  Luis de Góngora, Calderón de la Barca , Tirso de Molina, San Juan de la Cruz y  Miguel de Cervantes. Encabeza esta hilera de cuadros, una carpeta regalado por Elvira Gonzalez , donde se puede leer 

                   DE MIS SOLEDADES VENGO  - A MIS SOLEDADES VOY

(carpeta de la cual se hicieron solo 100 ediciones)..

Destaco el poema Canciones entre el alma y el esposo.  De San Juan de la Cruz:
                               Mi amado las montañas,
                               los valles solitarios nemorosos,
                               las ínsulas extrañas,
                               los ríos amorosos,
                               la noche sosegada
                              en pos de los levantes de la aurora,
                              la música callada,
                              la soledad sonora
                              la  cena que recrea y enamora.
También precioso el de Luis de Góngora,
Niña Isabel, hoy son flores azules,
Mañana serán miel .....
(Carmelo me dice que el los tiene todos y que me los enviará , si es así os los anexare a esta crónica, pues todos son preciosos).
Sara la guía, nos da una explicación de la admiración que tenia el pintor por Juan Gris.
Esta sala se remata al fondo con una ventana muy artística decorada en piedra.
También hay vitrinas con los simpáticos “juguetes” .
Subimos otro piso y en esta sala observamos cuadros más grandes, con oleos de colores con distintas tonalidades, están rematados por marcos de madera estrechos, y Sara nos informa que aunque el pintor no quería marcos en sus cuadros, tuvieron que ponerlos para resguardar la obra (la verdad que tenia razón el pintor, estarían mejor sin enmarcar).
Resalta al fondo uno en tonos rojos, de 1972 , con el titulo de Red Field, pasa del rojo fuerte y va suavizando el tono, yo me puse ante él y trate de mirarlo  como nos indicó Carmelo, el resultado fue que sentí inquietud, lo deje de mirar.
Nos habla Carmelo de la trascendencia que no esta en el espacio, ni en el tiempo.
Pasamos a la sala 5, donde se exhiben las obras de su  últimos años. En esta sala después de pasar por la explosión de color de sus cuadros anteriores, nos encontramos con cuadros con tonos cálidos, serenos, a la vez que luminosos, uno en particular con tonos de un verde suave salpicado como gotas de lluvia; según nuestro “Juglar”  parecen representar como la vida se va gota a gota acabando. Fueron los cuadro que más gustaron en general.
Salimos al jardín, donde se puede ver todavía parte del Palacio original.  Aquí están enterrados el pintor y su tercera esposa, Harriet G. Vicente, ella fue la que por deseo de su marido lego las obras de arte al museo y al morir su esposo llevo sus cenizas para ser enterradas en este jardín, al fallecer ella, también fueron sus cenizas enterradas al lado de las de su amor.   (Tenia que acabar con algo romántico, el jardín tan callado y dulce a la vez  le hacían sentirse poeta a esta cronista ).
Al  salir un grupo se fue andando vía el acueducto hacía el Monasterio de San Antonio el Real, y otros nos fuimos en coche,  pues como dicen en Venezuela, esa caminata era  “mucho camisón pa Petra”.

          

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