lunes, 26 de mayo de 2014

Crónica de la visita al Parque El Capricho

Esther Dorado ha escrito una crónica de la última salida del Club: 
  
El día 11 de Mayo, un día espléndido y a la vez caluroso, nos reunimos a las puertas del Parque con nuestro “juglar” Carmelo para visitar este hermoso parque (ya habíamos estado en otra ocasión, pero merece la pena volver todas las veces que se pueda).  Para asombro de Carmelo, el grupo allí presente, supero sus expectativas, es la vez que más personas hemos acudido a su llamada.  Había además de los habituales, los maridos, las esposas, los niños, vamos un tropel.  No falto tampoco nuestra Julia, siempre atenta y cuidando de nosotros.

A mí me llamó la atención, Antonio con su indumentaria de artista bohemio, me recordaba con su barba, su sombrero y su original bastón, a Sorolla paseando por la Malvarosa, o a cualquier artista del 1900 o principios del siglo XX.  También el esfuerzo que hicieron para estar allí, compañeros y amigos, como Lali con sus problemas de rodilla, José Antonio, recién salido del hospital, y otras personas que aunque con sus problemas de salud iban tan contentos y con tanto ánimo.

Bueno, la visita comenzó en la plaza que hay en la entrada de los jardines, que tiene forma de plaza de toros. Carmelo empezó como siempre a ofrecernos su repertorio y su oficio de “juglar”.  Nos habló del encanto, el romanticismo y el misterio del cual está rodeado y que se respira en este Parque.  También de las estatuas y la mitología que rodea todo.  

Nos paramos ante el Laberinto construido de arbustos al estilo inglés, y allí nos contó la historia mitológica del Minotauro, que todos esperábamos iba a aparecer en persona (¡cómo hubiéramos corrido!).  Nos paramos frente a la exedra (construcción descubierta de planta circular con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva) en la Plaza de los Emperadores.

Luego seguimos caminando por los senderos hasta llegar al Palacio de los Duques de Osuna, en la plazoleta enfrente del palacio, una rosaleda cubierta de rosas blancas y rosadas, era un deleite para la vista, al igual que los arcos formados de estas flores por los cuales pasamos.  Sacudías los hierros donde estaban enganchadas las plantas y una lluvia de pétalos  caían  sobre ti, precioso.

Tuvimos que aligerar el paso, pues se nos hacía tarde para la visita al Castillo de la Alameda que teníamos programado.  Vimos el Palacio o  Salón de baile, los riachuelos que rodean el paraje, los estanques (el agua estaba un poco sucilla), y también la casita de las lilas, que parece una casa encantada. 

Salimos del parque a las doce y medía más o menos, y bajo un sol de justicia, el grupo valiente y encabezado por su guía, nos dirigimos al Castillo. 

Llegamos al Castillo de la Alameda o de Barajas, y nos encontramos con un porche muy bien acondicionado, con sombrita, baño, y unos jóvenes muy atentos y amables, que son los guías y guardianes del recinto.  Allí nos esperaba el arqueólogo Salvador Quero que es amigo personal de Antonio y que hizo de guía de excepción para nosotros. Nos explicó con todo lujo de detalles toda la historia del Castillo, sus alrededores,  y todo de todo, vamos una enciclopedia histórica andante.   Nos entregaron un folleto a todos explicando a grandes rasgos todo lo concerniente a lo que debió de ser un bonito castillo, pero del cual solo quedan ruinas y (pocas) pero muy bien cuidadas. No os cuento nada del este Castillo, pues tenéis el folleto y además algo se nos quedó de lo mucho que el amable guía nos contó.

Seguía haciendo mucho calor y a eso de la una y media, nos despedimos y Carmelo dio por terminada la excursión. 

Ahora como es mi costumbre os voy a escribir un poco de la historia del Parque, que como nos dijo Carmelo, hay que cerrar los ojos y dejarse llevar por el aire embrujador de sus plantas y su entorno, que da paz y sosiego a nuestro día a día, olvidar todo y relajarnos.

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Pues bien,    PARQUE EL CAPRICHO -  ALAMEDA DE OSUNA-MADRID.

El jardín, esta situado en la Alameda de Osuna, en el Distrito de Barajas, es uno de los espacios verdes que conforman el patrimonio artístico-natural de la ciudad de Madrid.  Fue mandado a construir por la Duquesa de Osuna, entre 1787 y 1839, tiene 14 hectáreas de superficie.

Destacamos en él, la plaza de El Capricho, el Palacio de los Duques, el estanque, la Plaza de los Emperadores o la Fuente de los Delfines y de las Ranas.  En él están representados las tendencias de la época, inglesas, francesas e italianas.   Es el único jardín del Romanticismo que existe en Madrid.   Muestra de ello son el Laberinto de arbustos, los edificios, como el palacete, la pequeña ermita o el hermoso Salón de Baile.  Está salpicado de riachuelos que lo recorren y estanques donde los patos y cisnes se bañan alegremente y sin que nadie les moleste.

María Josefa Pimentel-Duquesa de Osuna (1752-1834) casada con el Duque de Osuna, Pedro Téllez  Girón, fue además de una de las damas más importantes de la época, una gran mecenas de artistas.  En 1783 compró un terreno a las afueras de Madrid para construir una finca de recreo, un año después el arquitecto de la Corte Pablo Boutelon expuso su proyecto inicial para el jardín.   Empezó a construir en 1787 y se terminó 52 años más tarde en 1839.  La Duquesa falleció sin ver completamente concluido el recinto en 1834. Los diseños de los jardines fueron obra del arquitecto Jean-Baptiste Mulot.

El Salón de Baile esta levantado sobre un pequeño manantial donde se puede ver la figura de un jabalí que permanece bajo un arco mirando hacía el riachuelo del que se surtía el resto del Parque de agua. La Duquesa hizo plantar miles de ejemplares por todo el lugar, árboles, arbustos, rosales y su flor favorita, Lilas.   

En la invasión francesa de 1808, el recinto paso a las manos del General francés Agustín Belliard que lo utilizó para sus tropas.  Al retirarse los franceses paso de nuevo a su dueña la Duquesa.  Fue reformado y repoblado, se construyo el Casino de Baile en 1815 obra de Martín López Aguado.-  Se levantaron columnas y relieves que se consideran representaban las cuatro estaciones, primavera, verano, otoño e invierno.

A la muerte de la Duquesa paso a su nieto Pedro Alcántara quien encargó a López Aguado nuevas construcciones.  Como una zona de exedras en la Plaza de los Empedradores, dedicada a su abuela como el resto.  Al morir en 1844 paso a su hermano quien lo descuido y acabó subastado 38 años después.

Durante la Republica fue declarado Jardín Histórico, en la Guerra Civil, se construyeron refugios antiaéreos subterráneos, en los que se encontraba el Estado Mayor del Ejercito del Centro, mandado por el General Miaja, de posición Jaca.  Todavía se pueden ver restos de respiraderos de los refugios, así como un bunquer, tapado por la maleza.  Finalmente en 1943 fue declarado Jardín-Artístico.  En 1974 lo compró el Ayuntamiento de Madrid y en 1985 fue declarado bien de interés Cultural y un año más tarde comenzó una reforma que en cierto modo continua actualmente.

El recinto está siendo estudiado para acometer reformas y recuperación que permitan visitar y contemplar más zonas de este hermoso, romántico y mágico lugar.   Espero habréis disfrutado de esta interesante historia.

Ahora os voy a relatar para terminar la leyenda del laberinto del Minotauro.

El Rey MINOS encerró al Minotauro en un laberinto, todo fue debido a la siguiente historia: Minos, el mítico Rey de Creta, que gobernaba la isla desde el Palacio de Knossos, se enteró que su esposa PARSIFAE le fue infiel con un toro, fruto de ese amor taurino fue ASTERIÓN, el Minotauro, criatura de cuerpo humano y testa de  miura.  Dice la leyenda “El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce, ya no quedaba ni un vestigio de sangre. ¿lo creerás Ariadna? dijo TESEO.  El Minotauro apenas se defendió”.

Esther Dorado Matos  2014

Gracias Esther

lunes, 12 de mayo de 2014

Fotos de la Salida al Capricho y al Castillo de la Alameda

En esta salida nos reunimos más de 60 personas. 

Primero disfrutamos de los jardines del Capricho.

Para la visita al Castillo de Barajas o Castillo de la Alameda, estuvimos con un referente de la arqueología e historia de Madrid, el arqueólogo Salvador Quero que nos dio información detallada de las excavaciones y los restos arqueológicos encontrados en las inmediaciones del Castillo. También estuvimos viendo el "nido de ametralladora" que todavía se conserva allí desde la Guerra Civil española.

Los paneles informativos fueron detalladamente explicados por Salvador.

El recorrido fue interesantísimo, la única nota negativa fue el calor, ya que a pesar de ser los primeros días de mayo hacía un calor terrible.

Las excursiones  del Club de Lectura, como siempre, un placer.


















 
 






lunes, 5 de mayo de 2014

Visita: Capricho y Castillo de Barajas

La próxima salida prevista será para el día 11 de mayo.
Visitaremos el Parque del Capricho. Hemos quedado en la puerta de acceso al reciento las 10:30 h.

Dirección: Paseo de la Alameda de Osuna, s/n
Metro: El Capricho (L5)
Bus: 101, 105, 151

Un paseo por uno de los parques más bellos de la ciudad de Madrid para disfrutar de los olores de los lirios,  la música del agua,  las historias de los  fundadores del parque y las leyendas mitológicas. 

Después haremos una visita guiada al Castillo de Barajas


Poema "Los Jardines"  de Jorge Guillén

Tiempo en profundidad: está en jardines.
Mira cómo se posa. Ya se ahonda.
Ya es tuyo su interior. ¡Qué trasparencia
de muchas tardes, para siempre juntas!
Sí, tu niñez: ya fábula de fuentes.




Parque del Capricho 
(texto de la web esMADRID.com)

El jardín El Capricho de la Alameda de Osuna es uno de los espacios verdes que conforman el patrimonio artístico-natural de Madrid. Se trata de uno de los parques más bellos de la ciudad y, paradójicamente, es todavía un gran desconocido para los madrileños.


Este jardín de 14 hectáreas, ubicado en el distrito de Barajas, nace sobre 1784 cuando los Duques de Osuna, una de las familias más ilustradas y poderosas del momento, adquieren esta finca para dar rienda suelta a sus inquietudes artísticas y para alejarse de la gran ciudad. Fue la duquesa, doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel, la principal impulsora de este parque. Considerada como la mujer más inteligente de la época y protectora de artistas, toreros e intelectuales, creó en la finca un auténtico paraíso artístico-natural frecuentado por las personalidades más ilustres de la época y en el que trabajaron los artistas, jardineros y escenógrafos con más prestigio.

A la muerte de la duquesa, su primer nieto heredó el ducado de Osuna y con él El Capricho. Sin embargo, cuando muere, el ducado de Osuna pasó a manos de su hermano, con quien llegaría el primer declive. Auténtico derrochador y de carácter excéntrico, perdió toda la fortuna familiar por lo que a su muerte, la finca hubo de ser subastada para liquidar sus deudas. Pasó entonces a manos de la familia Baüer. A pesar de que mantuvieron el paraje en un aceptable estado de conservación, su decadencia ya no tenía marcha atrás y poco a poco fueron vendiéndose sus pertenencias.

Durante la Guerra Civil, lo que había sido un lugar de recreo se convirtió en Cuartel General del Ejército del Centro, de cuya época queda un entramado de búnkers que recorre el jardín. Finalizada la guerra, la finca pasó por manos de varias inmobiliarias hasta que en 1974 el Ayuntamiento de Madrid comprase el parque y varios años después comenzase su restauración. Tras varios periodos de abandono, fue recuperado en 1999, trabajo que en 2001 le valió el diploma Europa Nostra.

Desde la web del Ayuntamiento de Madrid nos podemos descargar un plano del parque

Castillo de Barajas o Castillo de la Alameda

(texto de la web TurismoMadrid.es)

Finales del siglo XIV o principios del XV
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el 22 de abril de 1949


El origen de El Castillo de Barajas se remonta a finales del siglo XIV o principios del XV, y se vincula a la familia Zapata, que ostentaba el señorío que se extendía por las villas de Barajas y La Alameda. Se ubica en una zona de alto valor arqueológico, donde está constatada la presencia de asentamientos humanos desde la Prehistoria.

Reformado durante el siglo XVI, cuando fue transformado en palacio renacentista, la fortificación constituye uno de los escasos restos de arquitectura militar de la época conservados en el municipio.

Tal y como ha venido ocurriendo con otras edificaciones históricas, tras caer en desuso en el siglo XVIII, el castillo sirve como fuente de material de construcción para los habitantes de la zona, lo que contribuye a su profundo deterioro, especialmente notorio durante el siglo XIX. Años más tarde, el enclave retoma su función militar al ser utilizado como fortín durante la Guerra Civil española, cuando también se construye en la zona un nido de ametralladoras.

El conjunto del Castillo de Barajas se articula a través de dos recintos formados por el cuerpo principal del edificio y el espacio que delimitaba la barbacana. De planta rectangular y esquinas redondeadas, la superficie del castillo escasamente supera los 200 metros cuadrados. Se alza con muros de mampostería caliza y presenta los restos de lo que fueron dos torres. Una de ellas, la torre del homenaje, tiene planta cuadrangular y se levanta en el ángulo noroeste del castillo, mientras que, la segunda, de planta cilíndrica, se ubica en el extremo sureste. El interior del castillo estaba conformado por un recinto con dependencias auxiliares organizadas en torno a un patio, que se complementaban con las estancias de la citada torre del homenaje.

Rodeando el castillo, a unos 4 metros del mismo, se encuentran los restos de la barbacana, de los que únicamente se conservan trozos de relleno del muro de medio metro de altura. Completando el conjunto, se disponía un foso que rodeaba el fortín, del que ha llegado a nuestros días los flancos este y oeste.

Junto con el castillo propiamente dicho y los restos prehistóricos, el conjunto histórico se completa con la Casa del Guarda, un nido de ametralladoras de la Guerra Civil y el panteón que la familia Fernán Núñez construyó en los alrededores en 1898, que todavía se encuentra en uso.