Quedamos en la Plaza de la Paja, en la entrada de la Capilla del Obispo
PLAZA DE LA
PAJA : La plaza fue el centro neurálgico de Madrid durante la Edad Media. En los
siglos XIII y XIV constituía el foco comercial de la ciudad, como lugar de
mercado. Entró en decadencia a partir del siglo XV, cuando el rey Juan II de
Castilla ordenó construir la
Plaza del Arrabal (precedente de la actual Plaza Mayor), a la
que se desplazó la actividad comercial de la villa.
Pese a ello, mantuvo su importancia como lugar de residencia
de las principales familias nobiliarias de Madrid. En su entorno estaban
situados diferentes palacios (como las casas palaciegas de los Lasso de
Castilla y de los marqueses de la
Romana , entre otras), de los cuales sólo se conserva el
Palacio de los Vargas, apellido vinculado al patriciado urbano desde la
conquista cristiana de la ciudad.
El lugar también tuvo una gran relevancia desde el punto de
vista religioso. En la plaza se llevaba a cabo una costumbre católica, que se
encuentra en el origen de su topónimo y que fue instaurada en el siglo XVI, una
vez levantada la Capilla
del Obispo en la cara meridional del recinto. Los vecinos de la villa estaban
obligados a entregar paja a los capellanes y cabildo de la citada capilla, con
la que éstos alimentaban a sus mulas.
En el siglo XIX, los propietarios de los antiguos palacios
cedieron sus solares para la construcción de viviendas destinadas a las clases
populares, con las que obtenían rentas por alquiler.
Cuenta la leyenda que en la plaza de la Paja , frente a la iglesia de
San Andrés, existió hasta el siglo XIX el palacio de los Laso de Castilla,
inmenso edificio según Mesonero Romanos que llegó a conocerlo, comunicado con
la iglesia de San Andrés por un paso elevado, en el que tuvo lugar una célebre
junta de los grandes de Castilla con el cardenal Cisneros quien, al ser
interpelado que con qué poderes gobernaba, respondió asomándose al balcón:
«estos son mis poderes hasta que el príncipe venga», señalando a la artillería
que formaba en la plaza.
VISITAMOS LA
CAPILLA DEL OBISPO:
Destada en la capilla la puerta interior, encargada en el
año 1544, se atribuye a Cristóbal Robles y a Francisco de Villalpando. Está
hecha en madera de nogal y decorada con diferentes relieves, donde se
representan escenas bíblicas, principalmente del Antiguo Testamento. Está
considerada como una obra maestra de la escultura renacentista española. La
decoración de la nave es de estilo plateresco. Sus elementos más sobresalientes
son el retablo mayor, que preside el conjunto desde el ábside, y los sepulcros
de alabastro de Gutierre de Vargas y Carvajal y de sus padres, Francisco de
Vargas e Inés Carvajal, emplazados a ambos lados del presbiterio.
La Torre mudéjar de San Pedro el Viejo
Jardines del Palacio Anglona
Cantando en los jardines del Palacio
Lo que cantamos
HOY COMAMOS Y BEBAMOS... de Juan de Encina
Nos vamos hacia el barrio de los Austrias
Plaza de la Cruz verde vinculada a la Inquisición
Plaza del Rollo
La inquisición haciendo de las suyas
A la espera de que nos enviéis alguna foto más,
nos lo hemos pasado FANTÁSTICO